Un
conocido locutor taurino cuyo nombre no quiero recordar se dolia de cómo fue
muerto y vapuleado el toro en la corraleja costeña.Se rasgaba la piel por la
muerta “indigna” del animal y del proceder anòmalo de los lidiadores.Oye
tremendo descaro el de este maldito..eh,al menos en la corraleja los toreadores
borrachos y con todo son concientes al exponer su vida porque les pagan o por
pasión no importa,aceptan el riesgo.
En la
plaza el toro jamàs tiene presupuestado morir.Los deshonestos alegan que el
toro de lidia es criado para embestir y morir aunque nunca le dan una cátedra
sobre el morir dignamente como a los gladiadores romanos que si sabían su
misión y saludaban al emperador diciendo:os saluda quien va a morir.
Noo,mis
lectores…el toro jamàs tiene presupuestado ser asesinado:de los buenos pastos y
el buen vivir de un momento a otro se ve ciego corriendo detrás de un trapo o un
caballo y posiblemente experimente deseos de jugar y perseguir hasta que los
puyazos y la sangre le ponen de presente su vida y autodefensa.
Señor
deshonesto taurino,en las corralejas se preserva la vida del toro,el hecho en
mención fue un accidente(al menos legalmente no se autoriza la muerte del
animal).En la plaza al contrario,la muerte del toro no es màs digna porque la
hace un huevirrallado que no està borracho pero està armado con un fierro cinco
veces màs grande que un puñal que atraviesa al toro de lado a lado…y no lo
mata,noo.Lo hiere de muerte hasta que lo descabellan.
Lo que
me indigna es la doble moral del señor aquel,el no ver el toro en el ojo
ajeno,el establecer diferencias donde no hay.En ambos casos los victimarios
apelan a una muerte traicionera e innoble causando heridas,dolor y muerte
a alguien repito,que jamàs lo tiene
presupuestado por mucho que hablen de genética y preparación…carreta es un
negocio como cualquier otro que ya le pasò los buenos tiempos.
Sin
comentarios,he dicho,lo. necesitaba,gracias
